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miércoles, 15 de junio de 2011

Extraen miles de restos prehistóricos en la Cova del Parpalló de Gandía

Así, destacaron que en 2002 se volvieron a retomar las labores de recuperación y tamizado, al igual que durante este mes. "Los resultados que estamos obteniendo son espectaculares, como hace tres años. Hemos encontrado material sumamente abundante lítico y óseo para la construcción de armas y herramientas", afirmó el arqueólogo del Servicio de Excavación de la corporación provincial, José Aparicio.

Las plaquetas figurativas encontradas, de caballos y toros, responden a la recreación de la fauna propia de los alrededores de la cueva y pueden, en parte, ser observadas en el Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia. El resto de las plaquetas son de carácter no figurativo.

En el siglo pasado, durante las primeras incursiones sobre el terreno "se encontraron más de 5.000 caras en plaquetas gravadas o pinturas de tipo naturalista y otros abstractos. Un patrimonio que hay que completar con el de la escombrera, en la actualidad", señaló Aparicio.

El sistema de trabajo es mucho más avanzado al del siglo pasado, "ahora utilizamos agua y es mucho más difícil que se nos pase alguna pieza", indició el arqueólogo. En esta segunda campaña, desde que se retomaron las tareas de recuperación, "hemos encontrado 2.000 plaquetas. Muchas con manchas de color y figuraciones zoomorfas como por ejemplo de cebras o caballos".

Los restos se encuentran, en general, en buenas condiciones, aunque hay mucho material desaparecido, ya que muchos "han pasado a manos particulares y se han perdido para la colectividad", aseguró el experto. Un ejemplo de ello es el descubrimiento de 2001, "de la pintura de un caballo de unos 18.000 años, en las paredes de la cueva, cerca de un lugar donde la gente hacía pintadas. Aunque se puso un cierre, lo rompen y hacen graffitis", lamentó Aparicio.

Por ello, el Servicio de Arqueología de la Diputación de Valencia demanda mayores condiciones de seguridad al Consistorio de Gandía, apuntaron las citadas fuentes.

Los trabajos finalizarán el próximo día 30 de agosto, fecha en que se prevé que queden materializadas las medidas de seguridad exigidas, "de otro modo, tendremos que poner solución nosotros", advirtió el arqueólogo.

La gruta, una de las cavidades más importantes prehistóricas del Mediterráneo y de España, fue excavada de 1929 a 1931 por el Servicio de Arqueología de la corporación provincial. En 1980, con motivo del cincuentenario del comienzo del trabajo de la recuperación del material pero, las autoridades de las que dependía el Parpalló en aquel momento ordenaron paralizar los trabajos.

"Hemos tenido que esperar 20 años para reanudar las excavaciones", aseguró José Aparicio. La primera de las campañas de recuperación del material, fue en 2002 y, actualmente, los equipos de excavación trabajan en la segunda.

El equipo, que hace unos años recibió las quejas de un grupo fáctico por el inicio de las excavaciones, sostiene que los "buenos profesionales nacionales" pueden hacer frente a los trabajos de la cueva. "No vamos a profundizar en un terreno intacto, trabajaremos sobre el mismo que en 1929, donde aún hay abundancia de materiales prehistóricos", concluyó el arqueólogo.

Hallan 14 tumbas del siglo III a.C en Egipto


Arqueólogos egipcios que realizaban excavaciones en el lugar de un planeado centro juvenil hallaron 14 tumbas que datan del siglo III a.C. y entre ellas la momia de una mujer adornada con joyas.

Las tumbas grecorromanas, en el Oasis de Bahariya, 300 kilómetros al suroeste de El Cairo, fueron descubiertas durante excavaciones que indicaron que serían parte de una necrópolis mucho mayor, dijo el Ministerio de Cultura de Egipto en un comunicado divulgado el lunes.

Una momia del género femenino de 97 centímetros de alto, hallada en el interior de la tumba hecha en piedra, estaba recubierta de yeso coloreado y con incrustaciones de joyas y ojos.

Los arqueólogos, que realizaron la excavación de cara a la construcción del centro juvenil, hallaron otros tesoros en las tumbas. El área quedó a cargo ahora de la autoridad egipcia de antigüedades.

"Las primeras investigaciones descubrieron cuatro máscaras antropoides de yeso, un trozo de oro decorado con grabados de los cuatro hijos de Horus y una colección de monedas y recipientes de arcilla y cristal", agregó el comunicado del ministerio citando al director de arqueología del país Zahi Hawass.

Los cuatro hijos de Horus -Imsety, Duamutef, Hapi y Qebehsenuef- eran antiguos dioses egipcios. Los grabados muestran la influencia de la religión egipcia aún vigente en el período grecorromano.

Se creía que los dioses protegían el estómago, el hígado, los intestinos y los pulmones de los cuerpos momificados.

En el Oasis de Bahariya se encuentra el famoso Valle de las Momias Doradas, donde se encontraron 17 tumbas con unas 254 momias en 1996.

/doch

Tomado de:

http://eleconomista.com.mx/internacional/2010/04/12/hallan-14-tumbas-siglo-iii-ac-egipto


Descubren figuras humanas en el petroglifo cangués de Laxe de Chan




| FOTOS: GUSTAVO RIVAS El arqueólogo Alexandre Paz realiza los trabajos de limpieza y recuperación del petroglifo








J. Santos

El petroglifo de Laxe de Chan no se limita sólo a la zona vallada hace treinta años con un muro de piedra y una estructura metálica hoy oxidada. El arqueólogo Alexandre Paz Camaño, contratado por la comunidad de montes de Darbo para recuperar y poner el valor el yacimiento, descubrió el miércoles por la noche, al inspeccionar la piedra con una linterna, nuevos grabados dentro y fuera de la zona vallada.

Encontró, dentro del cercado, una tercera alabarda de la misma época que las ya conocidas (hace unos cuatro mil años) y una figura humana mucho más reciente (del siglo XVII, probablemente)

Escudo y figura humana

En la misma piedra, pero fuera del cercado, al oeste del muro, Paz Camaño descubrió otra figura humana, de unos 30 centímetros, que tiene la particularidad de llevar un arco sobre la cabeza, además de un escudo triangular de cerca de un metro de alto con una banda superior diferenciada, y varios círculos, unos simples y otros con cazoletas.

Los nuevos descubrimientos completan los grabados ya conocidos, entre los que destacan las tres paletas de la parte superior de la piedra, una ubicación que, a juicio del citado arqueólogo, deje entrever que tienen un valor más elevado, si bien se desconoce qué representan.

Los únicos petroglifos de Cangas en los que figuran representaciones de armas (alabardas, puñales, escudos), son los de Laxe de Chan, Mogüelos, en Donón, y el de Ghorghullón, descubierto el pasado año por Alexandre Paz cuando dirigía los trabajos de recuperación del lavadero del mismo nombre en la ladera del monte Varalonga. Son motivos infrecuentes en la comarca. No está claro que pretendían indicar con ellos los antiguos habitantes de la zona. Se supone que eran marcas para dejar constancia de quien dominaba ese territorio a la vez que advertencias a posibles enemigos.

Los trabajos de recuperación del continuarán con la limpieza del entorno, la demolición del muro y las vallas metálicas, la limpieza de la piedra por restauradores especializados, dejando el surco exactamente como está; la instalación de una pasarela de madera por el extremo sur del petroglifo en la que se colocarán carteles informativos. Está también previsto plantar gramíneas en los alrededores para intentar que la zona quede lo más parecida posible a la época en la que se grabó el petroglifo, hace casi cuatro mil años.

La Diputación y la comunidad de montes financian la recuperación del yacimiento.

Tomado de:

http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2010/04/16/0003_8421373.htm











Hallado en Hoyocasero (Ávila) un altar rupestre de la Edad del Hierro

El altar se encuentra sobre una roca aislada de cualquier otro contexto rocoso, en una zona dedicada a pasto, por lo que constituye una referencia visual obligada en un entorno suficientemente amplio, ha explicado hoy a Efe Francisco Fabián, responsable del hallazgo y arqueólogo de la Junta de Castilla y León.

La roca constituyó en su momento un afloramiento granítico del que se ha ido desgajando por efecto de la erosión una parte, constituyendo una peña caballera unida por la base con el afloramiento original.

Esa peña original ha sido modificada por la zona norte y oeste, recortándola en la base y en el cuerpo, "supuestamente para adaptarla mejor al cometido que se pretendía", ha explicado el arqueólogo.

El altar rupestre cuanta con dos elementos característicos en este tipo de estructuras: unas escaleras de acceso con seis peldaños divididos en dos grupos de tres y una cazoleta circular de unos cuarenta centímetros de diámetro, de poca profundidad, en la base aplanada que constituye su cima.

El descubrimiento se produjo durante una visita realizada al término municipal de Hoyocasero el pasado 11 de septiembre para catalogar un hallazgo, cuando el arqueólogo territorial de la Junta, Francisco Fabián García, acompañado por el teniente de alcalde de este municipio, José Luis de la Fuente, se acercó a una roca situado en un prado propiedad del Ayuntamiento, donde se conocía la existencia de una inscripción del siglo XVIII.

Durante el reconocimiento del lugar, el arqueólogo pudo comprobar la importancia del hallazgo, pues la citada roca presentaba las características de un altar rupestre, similar al de Ulaca o al de Panías, en Vila Real (Portugal), pero algo más tosco.

Por el momento no se tiene constancia de la existencia en la zona de ningún yacimiento que figure en el registro de lugares arqueológicos de esta provincia, por lo que el altar ya ha sido catalogado por el Servicio Territorial de Cultura y cuenta por tanto con toda la protección legal. EFE 1010294

Tomado de:

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=346385

Tras el origen de la escritura

Resto de cerámica hallado en el yacimiento. Eloy Taboada


AMAIA MAULEÓN - VIGO Juan Luis Montero prepara su ligero equipaje para regresar a principios de mayo a Siria. El arqueólogo de la Facultad de Humanidades de Ferrol dirige la parte gallega del ambicioso Proyecto Medio Éufrates Sirio en el que, desde 2005, investigan el curso medio del río Éufrates en busca del mismo origen de la escritura y el nacimiento del modo de vida urbano.
El equipo ha recibido un nuevo permiso del gobierno sirio para seguir sus excavaciones en dos recintos arqueológicos: el de Tall Humeida y el de Tall QAbr Abu, unas zonas especialmente interesantes para estudiar las épocas del imperio asirio del siglo XIII a. C.
“Fuimos en busca de una ciudad mesopotámica de 4.000 años de antigüedad y nos encontramos con una construida por los sumerios hace 5.500 años”, explica Montero, que conserva intactos el entusiasmo y la curiosidad que le llevaron hace ya dieciocho años a pisar por primera vez tierras sirias.
En esta sexta campaña, la veintena de arqueólogos, historiadores, topógrafos y obreros de la zona que forman la expedición trabajarán con un compañero extra: el tiempo, ya que el gobierno prevé construir un pantano en la zona que ellos exploran y toda la riqueza que esconde quedará sepultada bajo las aguas.
Miran con respeto a ese desafortunado compañero ya que intuyen que la zona tiene aún mucho que ofrecerles. El hallazgo el pasado año de un sello cilíndrico con dibujos impresos de cuatro dioses de la antigua Mesopotamia les lleva a pensar que trabajan sobre lo que fue un archivo oficial de funcionarios del imperio asirio, “eso nos da aún más esperanzas de encontrar restos de esa primera escritura cuneiforme, es decir sobre tablillas de arcilla en las que los sumarios plasmaban textos pictográficos con los que nació la primera forma de escritura de la Humanidad”, indica Montero.
El arqueólogo gallego confía en su intuición. “El azar tiene un valor importante en nuestro trabajo, pero también tiene que haber detrás un amplio estudio previo y dar una buena interpretación a los hallazgos”, advierte.
De hecho, fue su insistencia a la que hay que agradecer estos años de hallazgos. “Muchos expertos nos decían que esta no era una zona interesante, pero hicimos caso de los viajeros del siglo XVI y resultó que, sin ser la más espectacular, sí es uno de los enclaves más interesantes para entender la historia de toda una región. Toda una civilización está escondida allí y hay que acudir en busca de respuestas”, opina el experto.
No es fácil trabajar en condiciones meteorológicas tan extremas como las que sufre el país. “En verano llegamos a los 50 grados, por lo que comenzamos a trabajar a las 4 de la madrugada y a mediodía paramos. Por la tarde analizamos las piezas en el museo que, realmente, es una sauna”, describe.

El tesoro del fotógrafo

También para el fotógrafo gallego Eloy Taboada, que ha participado en las cinco campañas del Proyecto, desde 2005, el calor y las tormentas de arena son una dificultad añadida aunque, confiesa, “merece totalmente la pena”. El fotógrafo ferrolano asegura que la fotografía de viajes es una rama que le apasiona. “Mis ganas de explorar me llevaron a Siria donde he tenido la oportunidad de realizar fotografías maravillosas; tanto las puramente científicas como el entorno, costumbres y retratos de la gente que vive a orillas del río Éufrates; vivo cada día como una aventura”, afirma.
Las imágenes se mostraron en una exposición itinerante, “Éufrates: un río de historias”, que recorrió el año pasado Ferrol, Lisboa y Damasco.
“Cuando encontremos las respuestas habrá terminado nuestro trabajo”, concluye Juan Luis Montero. Es concienzudo; no se irá sin ellas.
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Hallan un nuevo candidato a ser el primer antepasado del hombre

Vista lateral del cráneo del nuevo antepasado / B. Eloff

Cráneo del Australopithecus sediba / Brett Eloff

JOSÉ MANUEL NIEVES

No hay duda. La paleontología está de enhorabuena. Cuando apenas han pasado un par de semanas del hallazgo en Siberia de una nueva especie humana desconocida (que compartió Eurasia con nuestros antepasados y con los neandertales hace 40.000 años), un equipo de paleontólogos dirigido por Lee Berger, de la Universidad sudafricana de Witwatersrand, en Johannesburgo, acaba de publicar en Science elsensacional descubrimiento de dos esqueletos parciales, pero excepcionalmente bien conservados, de dos homínidos, una mujer y un joven preadolescente, que vivieron en Sudáfrica hace cerca de dos millones de años. Y ambos, de nuevo, pertenecen a una especie que la Ciencia aún no había clasificado. Un lejano antepasado nuestro que arrojará, según los investigadores, nueva luz sobre los orígenes de Homo sapiens, nuestra propia especie.
El nuevo miembro de la familia se llamaAustralopithecus sediba (sediba significa "fuente" en el la lengua de los Sesotho, uno de los once idiomas oficiales de Sudáfrica), era capaz de caminar erguido y sus restos han sido descubiertos, descritos y nombrados por Berger tras ser localizados en una cueva a sólo 40 km de la ciudad de Johannesburgo. Aunque, para ser totalmente sinceros, el auténtico protagonista del hallazgo no fue el propio Berger, sino su hijo Matthew, de apenas nueve años de edad, que se topó con el homínido mientras jugaba en las proximidades del yacimiento en el que trabajaba su padre.
"Papá, he encontrado un fósil", le espetó el niño al científico mientras le pasaba una piedra de la que asomaban restos fósiles. El paleontólogo, al principio, la cogió pensando que se trataba de un antílope, algo bastante corriente de encontrar en las rocas sudafricanas. Pero en cuanto se fijó mejor en el hallazgo de su hijo, se dio cuenta de que estaba ante algo mucho más importante: la clavícula de un antiguo homínido. Inmediatamente buscó por los alrededores y se dio literalmente de bruces con la mandíbula inferior de ese mismo y lejano antepasado de la Humanidad. "No me lo podía creer", afirmó después el científico.
Hoy, además de su portada, la revista Science dedica dos extensos artículos a la descripción de la nueva especie y a sus implicaciones sobre la debatida y aún no totalmente aclarada cuestión de qué significa exactamente ser un humano.
Mezcla de rasgos
Berger y su equipo explican en Science que los fósiles muestran una mezcla de rasgos muy primitivos y típicos de los australopitecinos con otros mucho más avanzados y típicos de los humanos que vinieron más tarde. Por eso, opinan los científicos, la nueva especie podría ser el mejor candidato de que disponemos hasta el momento a ocupar el puesto deantepasado inmediato de nuestro propio género, Homo.
Un lugar que hasta ahora ocupaba la popular Lucy, la pequeña Australopithecus afarensis que, sin embargo, es casi un millón de años anterior a la especie recién descubierta. Es precisamente la citada mezcla de rasgos lo que no permite que los científicos se pongan de acuerdo. ¿Estamos ante un australopitecino o frente al primer representante del género Homo?
"Yo pienso -opina Berger- que se trata de un buen candidato a convertirse en la especie de transición entre Australopithecus africanus (especie a la que pertenece el célebre niño de Taung) y Homo habilis, o incluso a ser el antepasado directo de Homo erectus (como el Chico de Turkana, el hombre de Java o en hombre de Pekín)". A pesar de la aparente convicción de Berger, la cuestión sigue abierta y es fuente de agrias polémicas entre los defensores de ambas posibilidades.
Una mujer y un niño
Los fósiles, con una edad comprendida entre 1,95 y 1,78 millones de años, corresponden a una mujer adulta (alrededor de treinta años) y a un joven de entre 10 y 13 años. Ambos han sido encontrados entre los mismos escombros fluviales y en el fondo de un antiguo sistema de cuevas esculpido por la erosión de un río. Sus restos estaban mezclados entre sí y con los de otros animales (tigres dientes de sable, ratones, conejos y antílopes), ytodo parece indicar que murieron con muy poca diferencia de tiempo, quizá incluso ambos a la vez y muy poco antes de ser los dos arrastrados por la corriente y depositados en el lugar en el que fueron encontrados.
Durante los últimos dos años, los restos han sido sometidos a complicados tratamientos para lograr extraer los huesos de las rocas en las que estaban incrustados. Más de 60 científicos de todo el mundo y decenas de estudiantes han tenido ya la oportunidad de trabajar sobre estos extraordinarios fósiles.
Australopithecus sediba tenía los brazos largos, como un simio, las manos cortas y poderosas, una pelvis muy evolucionada y unas piernas largas y perfectamente capaces de permitirle caminar como hacemos los humanos. Incluso es posible que pudieran trepar. "Se ha estimado -explica Berger- que ambos medían alrededor de 1,27 metros, aunque el chico seguramente se habría hecho más alto. La hembra probablemente pesaba unos 33 kg y el joven cerca de 27 en el momento de su muerte".
"El tamaño de sus cerebros -añade el científico- estaba entre los 420 y 450 cm cúbicos en el caso del joven, que es pequeño si se compara con el cerebro humano actual, que está entre los 1.200 y los 1.600 cm cúbicos, pero la forma del cerebro parece mucho más avanzada que la de un australopitecino".
Un polémico origen
La imagen resultante de estas primeras investigaciones empieza a dibujar un homínido desconocido hasta ahora y cuya estructura ósea recuerda a las de las primeras especies del género Homo, pero que al parecer se comportaba más como lo habría hecho un Australopithecus que como uno de nuestros primeros antepasados directos. Sediba apareció cerca de un millón de años después que Lucy, y todo apunta a que la transición de los primeros homínidos hacia el género Homo debió de ocurrir en etapas muy lentas y espaciadas en el tiempo.
“No es posible establecer la posición filogené́tica precisa de Austalopithecus sediba en relación a varias especies asignadas al Homo primitivo”, escribe Lee Berger en Science. “Podemos concluir que esta nueva especie comparte más características derivadas con el Homo primitivo que con cualquier otra especie de austalopiteco conocida, y por tanto representa un ancestro candidato para el género, o un grupo hermano a un ancestro cercano que persistió durante cierto tiempo tras la primera aparición de Homo”.
“Antes de este descubrimiento, podí́as prá́cticamente acomodar el registro completo de fó́siles que son candidatos para el origen del gé́nero Homo de este periodo en una pequeñ̃a mesa. Pero, con el descubrimiento de Australopithecus sediba y la riqueza de fósiles que hemos recobrado –y y que seguimos recuperando—esto ha cambiado de forma dramática”, concluye el paleontólogo.
El yacimiento, por supuesto, continúa siendo explorado y nadie duda que dará nuevos y espectaculares frutos en el futuro. Quizá alguno de los próximos descubrimientos sirva para zanjar para siempre las dudas que aún nos quedan sobre nuestros remotos orígenes.
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Convenio para la restauración del Pórtico de la Gloria en Santiago


El Ministerio de Cultura, la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, el Arzobispado de Santiago, el Cabildo de la Catedral y la Fundación Pedro Barrié de la Maza han firmado el martes 6 de abril en Santiago de Compostela un convenio con la composición y funciones de la Dirección Técnica que realiza los proyectos de conservación y restauración del Pórtico de la Gloria y la Capilla Mayor de la Catedral.

Con este convenio, la Dirección Técnica estará compartida por el Ministerio de Cultura y la Xunta de Galicia. A la dirección llevada a cabo hasta ahora por Concha Cirujano, restauradora del Instituto de Patrimonio Cultural de España y una de las expertas más prestigiosas a nivel mundial en restauración en piedra, se suma por parte de la Xunta el arquitecto Iago Seara, que aportará su experiencia para solucionar los problemas de filtraciones de la cubierta.

Con esta codirección se agilizará, además los trámites administrativos que son competencia de la Xunta. Asimismo, el convenio permitirá concluir los estudios previos del Pórtico de la Gloria para que, posteriormente, se liciten los trabajos y comience la restauración.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha destacado en su intervención que con la firma de este convenio se pone de manifiesto “la mejor voluntad y los mejores profesionales” que trabajarán en el proyecto a través de “un positivo modelo de colaboración institucional que permite unir todos los recursos técnicos para un fin compartido”.

Finalmente, la ministra ha agradecido la “generosa aportación” de la Fundación Pedro Barrié de la Maza y “la buena disposición” del Arzobispado y el Cabildo.

Hoy se han iniciado los trabajos de toma de muestras de polvo acumulado en varios puntos del Pórtico que permitirán realizar, tras su análisis, un diagnóstico adecuado para la intervención.

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http://www.revistadearte.com/2010/04/06/convenio-para-la-restauracion-del-portico-de-la-gloria-en-santiago/

Hallan por primera vez en Galicia un pendiente romano de oro

Jorge Lamas

Los arqueólogos Ángel Concheiro y Alberte Redoreda, de la empresa Arquestudio S.?L., han hallado el primer pendiente de oro femenino, de época romana, que aparece en Galicia en un contexto de una excavación arqueológica científica. La aparición de este tipo de piezas es muy infrecuente en todo el mundo romano y la última vez que tuvo lugar un hallazgo similar fue hace dos años en Jerusalén, un hecho que alcanzó entonces una repercusión científica y mediática amplísima a nivel mundial.

El descubrimiento tuvo lugar durante la segunda campaña de excavación de A Cruz do Castro, yacimiento castreño ubicado en la parroquia de Carballedo, en el concello de Cotobade. La pieza, datada entre los siglos II y III, apareció en una villa romana situada en las estribaciones del antiguo castro. Junto a ella, también se localizó un anillo de bronce y una moneda romana, que no facilitó más datos debido a su mal estado de conservación.

La tipología de la pieza es conocida con la denominación «pendiente de esfera» por su característica forma abombada. Los orígenes de estas piezas están datados en el siglo I a.?C., aunque hay distintas teorías respecto a su localización, porque algunos estudiosos apuestan por Roma, mientras que otros se decantan por el Mediterráneo oriental. «O ouro fóra de Roma é máis infrecuente. A maioría das xoias en ouro aparecidas son masculinas, pero a xoiería en ouro feminina é pouco común», dice Ángel Concheiro.

Este «inaure» o pendiente de oro desarrolla, tanto técnica como ornamentalmente, una tipología romana que se difunde a partir del siglo I a.?C. Su presencia documental está reflejada perfectamente en las tablas funerarias del yacimiento romano de El Fayun (Egipto), muchas de ellas depositadas en el Brooklyn Museum of Arts de Nueva York.

Desde su localización el pasado verano, la pieza ha sido estudiada por la profesora de la Universidade de Santiago de Compostela, Raquel Casal, y en los próximos días será depositada en el Museo Provincial de Pontevedra.

A la moda

Este descubrimiento abre una serie de hipótesis relacionadas con los propietarios de esta pieza, que recordemos vivían en una villa del interior gallego, alejada de los principales núcleos poblacionales de la época. «Só unha pequena parte do ouro que os romanos extraeron das minas da Gallaecia foi fundido para ser exhibido pola aristocracia local», explica Alberte Reboreda. «A diferenza dos romanos varóns, moi poucas mulleres aristócratas puideron lucir pezas de enfeite tan luxosas e extraordinarias coma esta», apunta el arqueólogo mondaricense. «O dono do pendente estaba totalmente romanizado, e regaloulle a xoia a súa muller, sabendo cal era a última moda do momento-explica Ángel Concheiro-, así que tiña coñecementos da moda do seu momento e tiña poder económico para adquirilo. Ademais, supoñemos que non mercou só un pendente; como se faría hoxe en día, probablemente adquiriu un xogo completo. Era viaxado e probablemente un terratenente».

El yacimiento donde ha aparecido esta joya está conformado por un poblado castreño, cuyos orígenes se sitúan en el siglo II a. C. y la villa romana de Silvela, situada en una de las laderas del castro. Tras la fase de ocupación castreña, hay una segunda etapa que se corresponde con la era romana «e non cabe ningunha dúbida en relacionala coa importante villa de Silvela, situada aos pés do castro, da que semella ser coetánea», según explica Ángel Concheiro.

Jugaban al tres en raya

Son estos niveles romanos los más ricos del área excavada. A este momento corresponde la muralla, así como una construcción de planta cuadrada y varias zonas relacionadas con actividades artesanales. Los restos de cultura material son abundantes y aportan muchos datos que permiten extraer conclusiones sobre las formas de vida de los galaico-romanos que vivieron en Carballedo hace casi 1.900 años. Hay joyería, cerámicas finas de importación, algunas procedentes del norte de África, y objetos asociados a las actividades cotidianas y productivas, entre ellos, los «calculi», unas pequeñas fichas de piedra o arcilla que los romanos utilizaban para jugar a algo parecido al tres en raya.

«En boa lóxica debemos pensar que nesta fase romana, que a partir da análise do material arqueolóxico pode encadrarse entre os séculos II e V d.?C, a Cruz do Castro e a vila romana de Silvela formaban parte dun mesmo asentamento, unha gran quinta ou vila rural propiedade dun aristócrata titular dun rico dominio señorial», concluye el arqueólogo coruñés.

Durante el próximo verano, Arquestudio S.?L. volverá a trabajar en este yacimiento, para ahondar en la misma zona de la villa donde apareció el pendiente.

Tomado de:

http://www.lavozdegalicia.es/ocioycultura/2010/03/26/0003_8380682.htm

Una especie humana desconocida vivió hace 40.000 años en Siberia ABC.es

El exterior de la cueva Denisova / Bence Viola

Arqueólogos en el interior de la cueva Denisova, donde fueron hallados los restos del nuevo homínido / Johannes Krause
OSÉ MANUEL NIEVES

El hallazgo en el sur de Siberia de los restos de una clase de homínido desconocido de hace 40.000 años está destinado a revolucionar algunos de los conceptos clave de la paleontología moderna. De hecho, se trata de una especie contemporánea a la nuestra y de la que no había noticias hasta ahora. Una especie humana, otra, inteligente y que vivió al mismo tiempo que nuestros antepasados y que los neandertales, el otro grupo humano que en aquél momento habitaba en Asia y Europa. El excepcional descubrimiento se publica hoy en Nature.
Un espectacular y poco frecuente descubrimiento acaba de alterar para siempre lo que sabemos (o creíamos saber) sobre cómo el hombre moderno consiguió poblar el mundo a partir de su continente natal, África. Durante largas décadas, los paleontólogos han ido dibujando un cuadro en el que, durante los últimos 40.000 años, aparecían dos únicos protagonistas: los neandertales, que en aquél tiempo ocupaban la mayor parte de Europa y extensas zonas de Asia (hasta que se extinguieron hace unos 15.000 años); y los humanos modernos, nuestros antepasados directos, que tras abandonar África unos veinte mil años antes de esa fecha, se multiplicaban y extendían por toda Eurasia.
En 2003, el panorama cambió tras la aparición de una tercera especie humana, un pequeño homínido aparecido en Indonesia y bautizado como Hombre de Flores. Y ahora, en un estudio que hoy mismo publica la revista Nature, Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, de Leipzig, en Alemania, añade a la «familia» humana una cuarta especie, un nuevo miembro que obligará a replantearse lo que creíamos saber hasta ahora.
Pero el descubrimiento de Krause y sus colegas pasará a la historia, también, por otra razón: se trata de la primera vez que se describe una nueva especie de homínido a partir de su ADN y no de la morfología de alguno de sus huesos fosilizados. Un ADN que procede de un fragmento del hueso de un dedo descubierto en la Cueva de Denisova, en los montes Altai, al sur de Siberia. La cueva fue ocupada de forma intermitente por grupos de humanos desde hace por lo menos 125.000 años pero, a pesar de que han aparecido numerosas herramientas de piedra de diferentes periodos, en ella se han encontrado muy pocos restos humanos, totalmente insuficientes como para realizar los estudios morfológicos habituales.
Análisis de las mitocondriasEs precisamente sobre estos escasos y fragmentarios restos fósiles que Krause ha llevado a cabo sus análisis genéticos. Análisis que han llevado al sorprendente e inesperado descubrimiento de una especie humana totalmente desconocida. El fragmento de dedo procede de una capa de sedimento cuya datación arroja una antiguedad de entre 48.000 y 30.000 años. Y analizar el ADN de una muestra tan antigua es ya, de por sí, todo un reto para la Ciencia, que ha podido ser abordado gracias a las nuevas técnicas que el Instituto Max Planck está utilizando para otro gran proyecto (dirigido por Svante Pääbo, que también ha participado en esta investigación), el de secuenciación del genoma de un hombre de Neandertal.
Para realizar su trabajo, los investigadores se centraron en un tipo muy particular de ADN, el contenido en unos orgánulos del interior de la célula llamados mitocondrias. Para enfrentarse a unas muestras tan escasas y antiguas, el ADN mitocondrial resulta mucho más adecuado, ya que cada célula contiene cerca de 8.000 copias (una en cada mitocondria) frente a las dos únicas copias que posee de ADN nuclear. Utilizando los mismos métodos de secuenciación ya usados con neandertales y mamuts, Krause consiguió ensamblar, a partir de varios fragmentos, una secuencia completa de ADN mitocondrial del dedo de Denisova.
Pero Krause no fue consciente de su hallazgo hasta que comparó esa secuencia con otras análogas de humanos modernos y de neandertales y se dio cuenta de que era única. ¿A quién podía pertenecer ese ADN de hace 40.000 años si no era de un neandertal ni de un Homo sapiens? Una posibilidad era que se tratara de un descendiente directo de Homo erectus, la especie que abandonó Africa hace ya casi dos millones de años y que sobrevivió en Indonesia hasta hace cerca de cien mil... pero nada hacía suponer que esa excepción pudiera aplicarse a Siberia, geográficamente tan alejada de Indonesia.

Una especie humana desconocida vivió hace 40.000 años en Siberia
El exterior de la cueva Denisova / Bence Viola
Los científicos se dedicaron entonces a la tarea de establecer comparaciones genéticas entre su nueva y flamante secuencia de ADN y las de las dos especies humanas que le fueron contemporáneas, la nuestra y los neandertales. El objetivo era buscar relaciones entre las tres especies humanas y construir un árbol evolutivo que las incluyera a todas. El resultado fue que todas ellas tienen (tenemos) un antepasado común que vivió hace cerca de un millón de años.
Pero si los humanos modernos evolucionaron en Africa, entonces este antepasado común de un millón de años de antiguedad también debía proceder del continente negro. Sin embargo, resulta imposible que el antecesor del hombre de Denisova fuera un Homo erectus, especie que comenzó a poblar Europa más de 900.000 años antes... Y la secuencia genética de Denisova tampoco se parecía a la de los antepasados directos de los neandertales, cuyo linaje se separó del que dio lugar a Homo sapiens hace 450.000 años, mucho después que la rama que desembocó en el hombre de Denisova.
Por lo tanto, y descartadas esas posibilidades, la única conclusión lógica era que la secuencia genética de Denisova perteneció a una clase desconocida de homínido que abandonó Africa en un proceso de migración (también desconocido) hace alrededor de un millón de años, y que ese homínido logró sobrevivir (por lo menos) en algunas zonas de Eurasia hasta hace 40.000 años.
ADN nuclearAhora, el siguiente reto para los investigadores es el de conseguir ADN nuclear de las muestras de Denisova. Algo, como hemos visto, mucho más complicado de obtener que el ADN mitocondrial, pero que aclararía mucho las relaciones de esta nueva especie con nuestros antepasados y con los neandertales. Por no hablar, claro, de que el método utilizado por Krause y sus colegas podrá ahora ser aplicado a un gran número de muestras fósiles procedentes de yacimientos de todo el mundo.
Con lo que el número de nuevas especies humanas desconocidas por nuestros científicos podría incrementarse de una forma espectacular, aclarando de una vez por todas el complejo y aún misterioso proceso que llevó a que una única especie, la nuestra, sobreviviera a todas las demás variedades humanas y colonizara por completo nuestro planeta.
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